Lecciones Financieras del Juego del Calamar (Squid Game)
Nadie puede negarlo. “El Juego del Calamar” (“Squid Game” en inglés) ha sido todo un éxito no solo en Corea del Sur (país donde sucede la historia) sino que también ha llegado a este lado del mundo.
Esta producción surcoreana nos deja no solo una entretenida tarde (porque supongo que la viste completa ya que es altamente adictiva y dejar un capítulo para el siguiente día es realmente difícil) sino que también una serie de enseñanzas desde el punto de vista financiero, sí, aunque no lo parezca, es una producción llena de enseñanzas de las que podemos sacar provecho para reflexionar desde el punto de vista de las finanzas personales como también una crítica reflexiva acerca del modelo económico que domina Corea del Sur como gran parte del mundo.
Cabe destacar que el artículo actual no tendrá mucho sentido si no has visto la serie a diferencia que sí la viste, podrás comprender cada una de las lecciones que rescato de ella.
Para el desarrollo del artículo, iré mencionando cada una de las enseñanzas relevantes que detecté en nuestro sector financiero comentándola respectivamente a continuación:
1º Lección Financiera: Endeudarse cuesta más caro de que al principio creemos
El argumento de la serie es bastante simple. Se trata de una serie de personas que tienen graves problemas financieros en su vida, gente hundida en las deudas y sin encontrar salida alguna hasta que aparece la “gran oportunidad”. Esta invitación a participar en un “juego” que promete la solución a todos los problemas financieros existentes para ese endeudado individuo.
La lección aquí es simple: El endeudamiento que podría iniciar con un toque muy inocente al principio con el tiempo si no se le da solución efectiva puede terminar en devorarnos económica y psicológicamente lastimando nuestra autoestima, destruyendo nuestra vida personal, profesional y familiar. Es en definitiva una tumba para muchas personas que deciden finalmente acabar la historia con la decisión más trágica de todas, el suicidio. Algo que termina casi haciendo uno de los personajes de la serie (Cho Sang-woo).
En la serie, los personajes están tan desesperados que aún sabiendo que pueden morir en el intento (si no logran ganar), su endeudamiento es tal que no ven otra solución. En pocas palabras, aquí leo la crítica bien clara: El endeudamiento es la venta de nuestra vida, sólo que no lo vemos con claridad. ¿Estás seguro que quieres endeudarte innecesariamente?.
2º Lección Financiera: La codicia te puede hundir
Cho Sang-woo (Nº 218) es un personaje bastante importante en la serie. Amigo de la infancia del protagonista Seong Gi-hun (Nº 456). Cho Sang-woo a diferencia de los demás chicos del barrio, fue un alumno destacado, el “ejemplo”, el orgullo de su esforzada madre. Una vida aparentemente de ensueño, profesional de la Universidad de Seúl con una destacada carrera en el sector financiero que como mínimo podría garantizar una vida cómoda, sin extravagancias pero sin pasar necesidades.
El problema es que al parecer a Cho Sang-woo no le bastaba con tener un buen salario y gozar de un alto nivel de educación y acceso a la cultura, sino que quería mucho más. Esta es una realidad tristemente común que puedo ver en el sector financiero. Una codicia desmedida, basada en la competencia y en el acceso a grandes capitales propios de la naturaleza de la industria, tienden a crear una atmósfera de alta competitividad y codicia donde algunos terminan cayendo sin necesidad alguna de hacerlo.
He visto muchos casos reales (no de ficción como en la serie) donde personas con una muy buena formación, destacada reputación terminan de forma muy lamentable como el caso de Bernie Madoff en Estados Unidos. Eso por nombrar solo dos casos de cientos en el mundo de personas que tenían todo para vivir cómodamente pero que la codicia los llevó a correr riesgos innecesarios como el caso de Cho Sang-woo que operando productos apalancados (Futuros) termina arruinado y perseguido por las autoridades.
3º Lección Financiera: Las apariencias engañan
Relacionado con la lección anterior, Cho Sang-woo es el ejemplo claro de mucha gente que literalmente vive de las apariencias. Una vida aparentemente perfecta pero que en realidad era todo un castillo de naipes en el suelo.
Existe mucha gente en nuestra comunidad que aparenta una situación económica holgada, el auto del año, el celular último modelo, los colegios de los niños de la casa de los más caros, ropa de marca, etc… Una serie de “señales” que muchas veces terminan siendo más que falsas nos muestran una cáscara pero no un interior donde reinan las deudas y el estrés por mantener esa vida de “apariencia exitosa” en lo financiero.
Como consultor en Finanzas Personales, puedo dar fe que muchas veces el que más muestra, en peor situación financiera está que el que parece tener una vida más pobre que en realidad suele ser por opción priorizando su tranquilidad mental y sus finanzas personales saludables.
Como alguien dijo por ahí; la verdadera realidad está en la cuenta bancaria, lo demás todo puede ser falso.
4º Lección Financiera: El dinero no hace la felicidad
Aquí nos saltamos abruptamente al final de la genial serie. El creador del Juego del Calamar, el cerebro detrás de todo, el jefe de jefes, Oh Il-nam, (Nº 001), el tierno anciano de la historia que aparece durante todo el desarrollo como uno más de los participantes, aparentemente inocente y vulnerable, este anciano resulta ser el que creó todo, el millonario que argumenta que después de tener todo el dinero del mundo no se sentía vivo como antes cuando era niño y jugaba con sus amigos y según sus palabras “el tiempo se detenía en ese momento”.
El personaje de Oh Il-nam nos da otra gran lección financiera y es que el dinero en sí es solo una herramienta y jamás será el fin, que las cosas que realmente nos dan felicidad son los momentos que pasamos con nuestros amigos, familiares, en general, con nuestros seres queridos y el que tiempo y la calidad del mismo no se pueden comprar.
5º Lección Financiera: Ni todo el dinero del mundo nos puede comprar vida
En la misma escena final con Oh Il-nam a punto de morir en la cama y explicando sus argumentos para la creación del Juego del Calamar al protagonista, me lleva al recuerdo de Steve Jobs cuando en su último aliento mientras estaba hospitalizado, se esfuerza por dejarnos tal vez su máxima y última inspiración; su última y mejor enseñanza de todas a través de la última carta que escribe mientras su vida se iba acabando poco a poco, sin él poder hacer nada para detener esa situación.
Esta lección es clara; Tengamos el dinero que tengamos, seguimos siendo seres mortales, el poder que entrega el dinero sólo es válido en una sociedad perfectamente organizada sin embargo a la naturaleza eso no le importa e impone sus reglas, ya sean evolución sin explicación o con base espiritual (eso lo dejo para la creencia de cada quien). El punto es que, no podemos ir al supermercado ni a ningún ecommerce a comprar años de vida como si de un juego de video se tratara.
Pienso que tal vez el personaje de Oh Il-nam en su minuto final pudo haber estado inspirado en Steve Jobs y en su reflexión final que dejó como testamento en su carta antes de morir. Sólo el creador de la serie sabe si esto fue así.
6º Lección Financiera: Por dinero, existen traiciones familiares y de amistad
A medida se va desarrollando la serie, en la desesperación por mantenerse vivos y por obtener el dinero de premio, los diferentes jugadores van mostrando su peor cara; vemos a un personaje extremadamente religioso que termina estando dispuesto a asesinar para lograr el objetivo, al financiero Cho Sang-woo asesinando a la desertora norcoreana (en la serie) Kang Sae-byeok cuando el protagonista Seong Gi-hun se descuida al ir a suplicar por ayuda médica para ella luego de darse cuenta de su grave estado de salud.
Posterior a ello, en el último juego (El Juego del Calamar), se ve a un Cho Sang-woo con clara intención de asesinar a su viejo amigo de la infancia Kang Sae-byeok sin piedad, todo para conseguir su objetivo monetario.
Otro caso interesante que deja al descubierto esta lección es a los empleados de la “empresa” que organiza el juego conspirando con el médico que es parte de los jugadores para extraer órganos de los jugadores “perdedores” (asesinados) y con ello hacer un negocio propio de la venta ilegal de órganos. Es un reflejo de cómo el dinero puede corromper juramentos y esquemas cuando los valores de las personas no son lo suficientemente fuertes.
La lección que nos deja la serie al respecto es que ante una situación de extrema emergencia o de enfermedad por adicción (alcohol, drogas, sexo o al juego) o hasta sólo por codicia, los seres humanos pueden llegar a asesinar, traicionan y engañan hasta a sus seres queridos.
Esta es una especie de crítica social muy importante donde el dinero muchas veces ocupa un potencial papel detonador.
7º Lección Financiera: Hasta los países económicamente más desarrollados tienen graves problemas
La serie a nivel global desnuda una realidad poco contada, una realidad infame acerca de una superpotencia económica y tecnológica para el mundo, un ejemplo de progreso y desarrollo desde la nada, Corea del Sur.
A diferencia de su vecino del norte, Corea del Sur desarrolló su economía en base al capitalismo, algo totalmente opuesto a lo decidido por su par del norte. Es por ello que Corea del Sur goza de una reputación envidiable a nivel mundial, es todo un ejemplo.
Sin embargo la serie nos muestra un reflejo de una realidad más que preocupante. Este país desarrollado y todo tiene el nivel más alto de endeudamiento de la población respecto a los demás países del mundo. Los surcoreanos están gravemente endeudados y Squid Game nos hace esa crítica de forma inteligente y cruda a la vez.
¿El capitalismo ha fallado entonces?. Ningún sistema es perfecto y posiblemente hayan muchos ajustes que hacer para controlar los niveles de endeudamiento de las personas. Esa lógica propia del sistema capitalista de crecer en base a la deuda parece una fórmula que funciona pero que si no se usa controladamente puede terminar con ser una tragedia para muchas personas y familias. Una llamada de atención crítica al capitalismo que debemos atender sin mirar hacia el lado.
8º Lección Financiera: El comunismo está lejos de ser la solución
Continuando con el punto anterior; Si los surcoreanos están sufriendo por altos niveles de endeudamiento, ¿será que tal vez los economistas “rojos” tenían razón respecto al marxismo?. La respuesta nos lo da la serie de la mano de la personaje Kang Sae-byeok quien con su hermano son desertores del régimen dictatorial comunista de Norcorea (Corea del Norte) donde deja en claro la necesidad de no volver a casa sino de tener dinero para pagar el cruce de su familia desde la dictadura comunista al “infierno” (por supuesto lo digo de forma irónica) capitalista del sur.
Claramente con este personaje la lección es más que clara, la solución no pasa por el modelo económico que postula el comunismo sino que está por lejos perdido. Por el contrario es el capitalismo de una forma tal vez más controlada, con un deseo de menor crecimiento o de parálisis del crecimiento el modelo adecuado de tal manera que se equilibre entre crecimiento, protección y respeto al planeta y controlar los niveles de deuda.
La lección de la serie respecto al comunismo es contundente, una verdadera cárcel de donde la gente es capaz de hacer cualquier cosa por querer escapar.
La lección de la serie respecto al comunismo es contundente, una verdadera cárcel de donde la gente es capaz de hacer cualquier cosa por querer escapar.
9º Lección Financiera: Trabajadores extranjeros mal pagados y que hacen el trabajo duro
En Asia como en todo el mundo existen trabajadores extranjeros (mano de obra barata extranjera) que realizan el trabajo que los nacionales no quieren hacer ni por el trabajo en sí que significa ni por el monto que podrían recibir por hacerlo.
En países como Corea del Sur, Japón o incluso en medio oriente (Qatar, Dubai, etc…), existe una presencia importante de trabajadores en la construcción de países como la India, Bangladesh o Pakistán como es el caso del personaje Abdul Ali (Nº 199), un joven, honesto y esforzado trabajador que llegó junto a su esposa a buscar un mejor futuro a Corea del Sur realizando trabajo pesado por recibir ni siquiera el pago de su miserable salario.
El caso de Abdul Ali es una muestra de una realidad mundial. En Europa los africanos son quienes están realizando tareas duras en los campos de tomates y textiles, en América Latina son los Venezolanos que por una situación política lamentable se han visto forzados a migrar a otros países vecinos teniendo muchas veces que aceptar trabajos duros y mal pagados, mismo caso con Haitianos y de otros países donde las posibilidades internas no son las mejores para ellos ni sus familias.
Esta es otra realidad social y económica que nos muestra la serie a través de la historia de un personaje en particular.
10º Lección Financiera: Al final del día, todos somos iguales
Entre los participantes del juego, habían historias de delincuentes como el caso de Jang Deok-su (Nº 101), el rudo y desalmado que al igual que el médico Byeong-gi (Nº 111), el trabajador fabril pakistaní Abdul Ali o que el financiero Cho Sang-woo, todos están y tenían las mismas condiciones dentro del juego, sin preferencias.
Esto lo podemos tomar como un llamado de atención a una sociedad clasista y racista donde tanto por raza como por situación socioeconómica, se crean separatismos sin sentido colocando de una forma tal que pareciera que existieran personas de primera categoría y otras de categorías más bajas, como si fuese un sistema de castas auto impuesto, implícito.
La serie nos dice que en este juego, somos todos iguales y el dinero, profesión o raza no importan.
Para no escaparnos de la lección financiera: Tu dinero no te hace menos ni más que los demás.
Conclusión
“El Juego del Calamar” (Squid Game) como tal podemos verlo con diferentes ojos. Si no solo nos quedamos en la división por el suspenso mismo de la serie, sus crudas imágenes y ese morbo que puede despertar en muchos como también sentimientos de tristeza y preocupación. La serie nos entrega grandes lecciones financieras que para los que nos desarrollamos en este sector, toman un fuerte significado.
Me gustaría que reflexionaras acerca de cada una de estas nueve lecciones que he tomado de la serie y si es posible conocer tu comentario al respecto, eso se agradecerá!.
Rodrigo Aguila Bahamonde
Rankia Chile