En el último tiempo mucho se ha escuchado sobre la inflación, tasas de interés y más popularmente que “todo está tan caro”, de modo que las personas apenas pueden ahorrar y más difícilmente pueden invertir. Así, se hace muy importante identificar dónde colocar cada peso disponible y evitar “superposición” de oportunidades o una mala selección de instrumentos en un ambiente como este.
En esta nota hablaremos sobre la correlación de activos, que es una medida estadística que indica el grado de relación entre dos variables financieras distintas.
¿Qué es la correlación entre los activos?
La correlación es una medida que evalúa básicamente cómo dos variables, productos o instrumentos financieros se relacionan entre sí. En otras palabras, qué tan relacionados están los resultados de un instrumento respecto de otro instrumento en el tiempo, no si existe una dependencia entre ellos, sino que más bien, si existen variables base o contextos que hagan mover ambos instrumentos en una misma dirección.
Se habla de correlación positiva cuando los resultados de ambos activos se mueven en la misma dirección, de correlación negativa cuando los resultados de ambos activos se mueven en direcciones opuestas y, finalmente, se dice que los activos están descorrelacionados o que no tienen correlación cuando no existe una relación lineal entre los resultados de los activos, aunque esto último es muy difícil de conseguir realmente.
Para qué sirve la Correlación de Activos
La correlación es un aspecto fundamental para la selección de activos, ya que los inversionistas suelen buscar el mejor rendimiento intentando que el riesgo asociado al portafolio sea el mínimo. Esto se logra a través de la diversificación de los activos de la cartera, pero, ¿cómo puede un inversionista saber que está diversificando realmente? A través de un análisis de correlación de los activos.
Al combinar activos con baja correlación o un mix de activos con correlación negativa, los inversionistas pueden reducir el riesgo de inversión general o total de su portafolio, pues cuando unos activos bajan su rendimiento, puede haber otros activos que suben y la volatilidad general del portafolio es más estable.
Cómo usar la Correlación de Activos
Como siempre se recomienda, los inversionistas deben tener claro cuál es su apetito por el riesgo (o su tolerancia) y su horizonte de tiempo a invertir, porque claro está que siempre se buscará un resultado lo más alto posible. Lo clave es, cuánto estamos dispuestos a soportar y hasta cuándo podemos soportarlo.
Así, puede haber un inversionista que tenga alta tolerancia al riesgo, que sea inversionista a largo plazo y sea capaz de soportar caídas fuertes apostando a subidas fuertes. Este tipo de persona, si tiene una visión clara de hacia dónde va el mundo, puede incluso buscar solo activos correlacionados positivamente, todos suben o todos bajan, en distintas medidas, quizás, pero la dirección es la misma. Haciendo su apuesta fuerte en una dirección.
Por otro lado, puede haber un inversionista más cauto en cuanto a riesgo y que prefiera combinar activos correlacionados negativamente, para “compensar” entre los activos, las caídas de algunos con las subidas de otros. Otra opción es que un inversionista quiera mantener a raya la volatilidad, pero que tenga una posición activa y positiva en un tipo de activo. Este último inversionista podría tener una mayor cantidad de activos correlacionados positivamente y un par de activos correlacionados negativamente con los anteriores, por si acaso.
Por otro lado, puede haber un inversionista más cauto en cuanto a riesgo y que prefiera combinar activos correlacionados negativamente, para “compensar” entre los activos, las caídas de algunos con las subidas de otros. Otra opción es que un inversionista quiera mantener a raya la volatilidad, pero que tenga una posición activa y positiva en un tipo de activo. Este último inversionista podría tener una mayor cantidad de activos correlacionados positivamente y un par de activos correlacionados negativamente con los anteriores, por si acaso.
Ejemplo de correlación positiva de activos
Por ejemplo en un portafolio de inversión, es muy común observar fondos accionarios de diferentes regiones; mercados desarrollados y mercados emergentes, sin embargo, estos fondos se correlacionan positivamente, pues cuando las acciones caen en Estados Unidos, generalmente arrastran a los mercados accionarios Emergentes.
Ejemplo de correlación negativa de activos
También es común, observar en un portafolio de inversión balanceado, como el portfolio manager, intenta diversificar la volatilidad de las acciones, con renta fija. Sin embargo, a pesar de que la teoría nos indica que estos activos correlacionan negativamente, puede ocurrir que correlacionen positivamente también, por lo que las correlaciones se deben revisar constantemente, pues son dinámicas.
La correlación de los distintos tipos de activo en el portafolio puede ayudar a diversificar la cartera y a reducir la volatilidad. Así, los inversionistas pueden usar este concepto para buscar un mismo retorno esperado bajando el riesgo total de la cartera.
De todos modos, es importante tener en cuenta que utilizar el concepto de correlación no garantiza ganancias ni elimina las pérdidas, pero es una herramienta valiosa para la gestión de riesgos en inversiones y evitar poner todos los “huevos en la misma canasta”.