¿Qué es un Fondo de Emergencia y cómo construir uno?

Un fondo de emergencia es una reserva de dinero que se utiliza para cubrir gastos inesperados o imprevistos. Es una herramienta financiera importante que nos ayuda a evitar el endeudamiento o la falta de liquidez (falta de efectivo de rápido acceso) en momentos de crisis.

En este artículo, explicaremos qué es un fondo de emergencia, para qué sirve, por qué es importante tenerlo, además de comentar sobre cuál sería su tamaño adecuado, cómo armarlo y cuándo usarlo.

Como ya dijimos, un fondo de emergencia es una cantidad de dinero que se reserva para cubrir gastos inesperados o imprevistos. Ahora, esta cantidad de dinero no necesariamente está abajo del colchón o dentro de una caja de zapatos como se usaba antiguamente. Lo importante de este monto de dinero es que sea de fácil acceso o que esté disponible prontamente cuando se necesite. 

Cuando hablamos de gastos inesperados o imprevistos, su naturaleza es tan diversa como las necesidades de las personas pero, a grandes rasgos, podría incluir: reparaciones de emergencia en el hogar, gastos médicos inesperados o cualquier otra situación que requiera una cantidad significativa de dinero de manera rápida.

Así, el objetivo de un fondo de emergencia es proporcionar seguridad financiera para las personas y su familia en momentos de crisis sin tener que recurrir a endeudamiento.

Dado que un fondo de emergencia sirve para proporcionar tranquilidad financiera en momentos de crisis, es bueno identificar que es una crisis. Una crisis puede ser, al menos, de dos formas:

 Primero, que el ingreso de una persona se mantenga intacto pero que aparezca un gasto imprevisto al que debe hacer frente o bien, que los gastos sigan siendo los mismos de siempre pero el ingreso disminuya drásticamente. 

De esta forma, la utilidad de un fondo de emergencia es precisamente esa: enfrentar una emergencia financiera de manera más tranquila, ya sea una pérdida de empleo o una emergencia médica. 

Tener un fondo de emergencia es importante por varias razones. 

En primer lugar, puede ayudar a las personas a evitar el endeudamiento en momentos de crisis. Si no se tiene un fondo de emergencia, es posible que se tenga que recurrir a préstamos o avances con tarjetas de crédito para cubrir gastos inesperados. Esto puede llevar a una acumulación de deudas y a una disminución de la calificación crediticia en el sistema financiero. 

En segundo lugar, un fondo de emergencia puede proporcionar tranquilidad mental, antes y durante la crisis. Saber que se tiene un fondo de emergencia disponible en caso de una situación financiera difícil ayuda a sentir más seguridad para enfrentar la crisis.

En tercer lugar, un fondo de emergencia puede ayudar a las personas a mantener, dentro de lo posible, su estilo de vida en momentos de crisis pues, un fondo de emergencia puede ayudar a cubrir los gastos necesarios sin tener que afectar otros gastos o planificación familiar. 

El tamaño adecuado de un fondo de emergencia depende de varios factores, como los gastos mensuales, el nivel de ingresos y el riesgo de pérdida de empleo. Una regla general es tener suficiente dinero en el fondo de emergencia para cubrir de tres a seis meses de gastos mensuales normales (aunque quizás prefiera contar marzo o diciembre como mes normal para mayor tranquilidad).

Para calcular el tamaño adecuado de un fondo de emergencia, se debe comenzar por revisar su lista de gastos mensuales. Aquí debería incluir: dividendo o monto de arriendo, gastos comunes, servicios básicos, gastos de alimentos, transporte, educación y cualquier otro gasto mensual fijo. Luego, se debe multiplicar esta cantidad por tres o seis, dependiendo de la cantidad de tiempo que se desee cubrir.

Es importante recordar que el tamaño adecuado de un fondo de emergencia puede variar según la situación financiera individual. Si se tiene un trabajo inestable o se trabaja en una industria con alto riesgo de pérdida de empleo, es posible que se necesite un fondo de emergencia más grande.

Construir un fondo de emergencia puede parecer inquietante, pero se puede hacer de manera efectiva siguiendo algunos pasos simples.

1. Establecer un objetivo: El primer paso para construir un fondo de emergencia es establecer un objetivo. Esto significa decidir cuánto dinero se desea ahorrar y en qué plazo de tiempo.

2. Hacer un presupuesto: El siguiente paso es hacer un presupuesto. Esto implica hacer una lista de los ingresos y gastos mensuales y encontrar formas de reducir los gastos para ahorrar más dinero que se vaya a ese fondo de emergencia.

3. Ahorrar regularmente: Una vez que se ha establecido un objetivo y se ha hecho un presupuesto, es importante ahorrar regularmente. Esto puede implicar establecer una transferencia automática desde la cuenta corriente a la cuenta de ahorros cada mes, o mantener un depósito a plazo con vencimiento mensual al que se vaya sumando cada vez un monto de dinero.

4. Mantener el dinero en una cuenta separada: Es importante mantener el dinero del fondo de emergencia en una cuenta separada para evitar gastarlo en otras cosas. 

5. Revisar y ajustar regularmente: Es importante revisar y ajustar regularmente el tamaño del fondo de emergencia para asegurarse de que se esté ahorrando la cantidad adecuada.

El momento adecuado para usar un fondo de emergencia es cuando se enfrenta una situación financiera imprevista que requiere una cantidad significativa de dinero de manera rápida o bien, cuando se necesita hacer frente a una situación normal, como los gastos mensuales de una familia, pero ya no se cuenta con el mismo ingreso que antes. 

Como dijimos, es importante tener claridad y establecer qué es lo que se considera gasto de emergencia para que el fondo sea bien utilizado. Básicamente, no piense que cuenta siempre con él, no lo considere en el día a día. Esto le ayudará a no sentirse tentado a gastarlo en compras impulsivas o gustos que se quiera dar.

En conclusión, un fondo de emergencia es una herramienta financiera importante que puede ayudar a las personas a evitar el endeudamiento o la falta de liquidez en momentos de crisis. Es importante calcular el tamaño adecuado de un fondo de emergencia y en cuánto tiempo se puede construir, lo que depende de las necesidades de cada persona y su ingreso. Además, se recomienda mantener este fondo aparte del dinero disponible para gasto normal de manera de evitar usar el fondo de emergencia en gastos normales o consumo impulsivo.

Sobre el momento para ocuparlo, usar un fondo de emergencia es exactamente para una emergencia, es decir, cuando se enfrenta una situación financiera inesperada y que sale de lo que llamamos normalidad.