Cuando pensamos en invertir nuestros ahorros o apartar un monto mensual para inversión es porque esperamos obtener una ganancia futura de ese dinero, de lo contrario, no lo haríamos. Sin este deseo futuro, usaríamos el dinero hoy en cosas, viajes, o simplemente “vivir la vida”. Si usted está leyendo este artículo es porque le interesa trabajar por su futuro, hacer rendir su dinero en vez de ver cómo pierde su valor bajo el colchón.
Así, el concepto de rentabilidad es muy importante a la hora de elegir un fondo mutuo, pero no es el más importante o el único. Ya hemos hablado del perfil de riesgo del inversionista en notas anteriores, lo cual incluye otros conceptos como: plazo y objetivo de inversión. Todos estos puntos combinados, son la base para una buena elección de fondo mutuo.
Ahora, vamos a hacer una distinción antes de seguir avanzando. Aquí queremos hablar de la rentabilidad obtenida por los fondos mutuos más que la rentabilidad esperada por el inversionista (o el mismo fondo mutuo). Básicamente, con la rentabilidad obtenida podemos saber si la rentabilidad esperada se cumplió o no. Por eso, esta vez, no hablaremos de contexto de inversión (objetivo, horizonte de tiempo, riesgo) sino que nos iremos directamente a los números.
En esta nota, revisaremos qué es la rentabilidad de los fondos mutuos, qué significa ese valor específico que siempre vemos en publicidad o reportes de las AGFs y entender qué implica para el inversionista final.
¿Qué es la rentabilidad de los fondos mutuos?
La rentabilidad de un fondo mutuo, ese número específico, se determina mediante el cambio experimentado en el valor de cuota del fondo, la cual se calcula de forma diaria y en la que se tiene en cuenta la remuneración de la administradora (este costo se descuenta del valor cuota).
Entendemos entonces que la rentabilidad depende de las cuotas del fondo, ¿qué es entonces, la cuota y su valor? En otra nota, hablamos en profundidad sobre este concepto pero, básicamente, el patrimonio total se divide en partes iguales llamadas cuotas. De este modo, cuando una persona invierte en un fondo mutuo, compra (o suscribe) un cierto número de cuotas. Cada cuota tiene un valor, llamado Valor Cuota, que se calcula diariamente y que expone finalmente la rentabilidad obtenida por dicho fondo.
Como dijimos, aquí estamos hablando de la rentabilidad ya obtenida por los fondos, la que podemos calcular a ciencia cierta y que nos ayude a tomar decisiones (comparar con otros fondos del mismo estilo, con otra AGF, cómo se ha desempeñado el equipo de inversión del fondo actual, etc) o evaluar que tan bien decidimos en el pasado. Hacemos esta aclaración porque como siempre decimos: La rentabilidad obtenida en el pasado por un fondo mutuo no garantiza que ella se repita en el futuro, pues los valores de cuotas cambian (positiva o negativamente) dependiendo del valor los instrumentos en los cuales la AGF invierte dentro del fondo y también de la capacidad de administración de la administradora.
¿De qué depende la rentabilidad de los fondos mutuos?
Veamos ahora de qué factores depende la rentabilidad de los fondos mutuos:
- Ganancia o pérdida de capital: esto depende de los instrumentos o activos en los que invierte el fondo mutuo. Una variación (positiva o negativa) en el valor de lo que contiene el fondo, implica un impacto o cambio en su valor cuota.
- Dividendos e intereses: son las ganancias que generan los fondos mutuos a sus inversionistas, a través de los intereses o dividendos pagados por los instrumentos que mantienen, por ejemplo, inversiones en acciones.
Para entenderlo mejor, pensemos en un terreno con un bosque. El terreno (fondo mutuo) contiene cientos de árboles plantados armónicamente (instrumentos invertidos) que tienen un valor específico (tamaño del árbol, cantidad de madera, etc) este terreno es dividido en lotes más pequeños para ofrecerlos a inversionistas (cuotas). Entonces, a medida que los árboles crecen, su valor aumenta, haciendo que cada lote aumente su valor también y que el terreno en su conjunto sea más valioso (aumento rentabilidad).
Cuando hay una poda de árboles para vender madera, el dinero obtenido se reparte a los inversionistas (intereses o dividendos), el valor de cada árbol disminuye (porque se podó), el lote puede disminuir su valor también y, por ende, el terreno total también. Hasta que los árboles vuelvan a crecer.
¿Cómo se obtienen e interpretan las rentabilidades?
A la hora de evaluar la rentabilidad de un fondo mutuo, hay que leer el apellido del número que nos comentan, porque no es lo mismo una rentabilidad absoluta o total que una rentabilidad anual, sobre todo considerando inversión a distintos horizontes de tiempo.
Rentabilidad total
Es el porcentaje de ganancia o pérdida total considerando el valor de liquidación del fondo mutuo (cuánto vale hoy) respecto de su valor al inicio de un periodo determinado.
Esta rentabilidad se suele utilizar para medir los resultados del fondo desde su lanzamiento, o a otro periodo de tiempo (5 años, por ejemplo). En cambio, para un inversionista, la rentabilidad total podría verse como el porcentaje de ganancia o pérdida, que es el valor actual del fondo mutuo sobre el precio de compra.
Rentabilidad anualizada
Es el porcentaje de ganancia o pérdida que se calcula para un fondo mutuo si el plazo de inversión fuera de un año. Esto considera el concepto de interés compuesto, pues toma en cuenta el valor total con el que se comenzó el año y el valor con el que se terminó el año para el cálculo. Esto es valioso pues, a largo plazo, el resultado de una inversión no es lineal, sino exponencial: el rendimiento de cada año incluye la rentabilidad generada los años previos.
Esta anualización permite comparar el rendimiento de fondos mutuos con distintos horizontes temporales y plazos de vencimiento.
Rentabilidad por periodo
Es el porcentaje de ganancia o pérdida que se calcula para un fondo mutuo para un periodo determinado, 3 meses, 6 meses, 1 año, YTD (year-to-date ó lo que va del año).
Así, se mide la rentabilidad en el periodo comprendido desde el cierre del periodo anterior vs el valor que tiene 3 meses después, 6 meses después, etc.
Rentabilidad ajustada por riesgo
Esta es una medida de riesgo que tiene en cuenta no solo el valor patrimonial del fondo en un periodo determinado, sino que considera una medida del riesgo asociado a ese fondo mutuo. Así, esta medida incorpora la relación riesgo-retorno de los fondos mutuos, lo cual es clave a la hora de tomar decisiones.
Rentabilidad nominal vs Rentabilidad Real
Finalmente, comentaremos sobre dos conceptos cuya diferencia es clave para evaluar el éxito de nuestras decisiones, sobre todo en momentos como el actual en que tenemos alta inflación.
Independiente del plazo de inversión que se esté evaluando y/o comparando, por ejemplo, las rentabilidades anualizadas de dos fondos mutuos del mismo tipo, debemos ver si ambas rentabilidades corresponden al mismo tipo: real o nominal.
La diferencia es que la rentabilidad nominal no toma en cuenta factores externos que puedan agregar o restar valor a la inversión realizada (por ejemplo, el efecto de la inflación), mientras que la rentabilidad real si considera ese efecto, entregando de forma más adecuada lo que el inversionista obtiene realmente como ganancia (o pérdida) real.
Como pudimos ver, la Rentabilidad nos da un indicativo importante para tomar decisiones de inversión y para hacer seguimiento de los resultados de un fondo mutuo ya invertido.
La rentabilidad refleja el comportamiento de los fondos y de las decisiones que se han tomado detrás respecto de qué instrumentos se tienen invertidos, el timing de compra y venta de los mismos, la capacidad del equipo para elegir a los “ganadores” dentro de un mercado, entre otros.