El término spread y su significado es uno de los más comentados en el mundo de las finanzas. Por lo tanto, saber no solo su concepto, sino también cómo se aplica, los tipos que existen de él y otras consideraciones, marcará la pauta en tu estrategia de tradiung. Ante ello, repasaremos con exactitud de qué se trata, aclarando tus dudas sobre este tema en particular.
¿Qué es el spread?
El spread financiero es la diferencia entre el precio de compra y el precio de venta de un activo. A su vez, se define como una medida estadística o indicador utilizado frecuentemente para establecer el grado de liquidez del mercado.
Por otro lado, también se le cataloga en trading como la brecha o margen que existe entre el precio al que los inversionistas están dispuestos a comprar un activo y el precio al que están dispuestos a venderlo.
Asimismo, no es solo un factor para medir la liquidez, sino igualmente el nivel de volatilidad de un instrumento financiero. En ese sentido, spread estrecho o pequeño indica que la diferencia entre los precios de compra y venta es poca, lo que sugiere una mayor liquidez y una menor volatilidad en el mercado. Y viceversa.
Finalmente, es un diferencial empleado por los corredores de bolsa o brokers, para obtener ganancias. Estos intermediarios compran activos a un precio más bajo y los venden a un precio más alto, aprovechando la diferencia entre los dos precios, es decir, el spread.
¿Cuándo se aplica el spread?
Más allá de ser el diferencial entre el precio de compra y venta, existen diferentes maneras y momentos de aplicar este concepto. Con base en ello, las estrategias de trading de los inversores pueden variar significativamente.
Hoy en día, tenemos hasta 3 clases de operaciones habituales en las que el término spread es protagonista, siendo estrategias comprobadas:
- Spread de precios: es el más relacionado con el mercado de divisas, consiste sobre todo en la compra de un producto y la venta de otro diferente.
- Spread de volatilidad: estrategias que se ponen en práctica al operar con opciones de tipo CALL o PUT utilizando la volatilidad de los mercados.
- Spread intermercados o interproductos: funciona sobre los mercados o productos. Aquí la táctica consiste en comprar un producto y vender otro dentro del mismo mercado.
Aparte, el spread en el campo financiero tiene otras diversas aplicaciones:
- En el mercado de opciones, se refieren a estrategias que combinan la compra y venta de opciones con diferentes precios de ejercicio, lo que permite beneficiarse de movimientos del mercado tanto al alza como a la baja, con una prima baja y beneficios y pérdidas limitados.
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En el mercado de futuros, se utiliza para indicar la diferencia de precios entre contratos de futuros con diferentes vencimientos (time spread) o entre diferentes activos con la misma fecha de vencimiento (interspread).
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¿Cuáles son los tipos de spread en el mercado financiero?
Aunado a sus aplicaciones, el diferencial se divide en distintos tipos o clases, según corresponda. Cada uno de ellos posee sus propias características y es esencial en el mercado que opera.
- Spread cambiario: hace énfasis en el tipo de cambio entre dos divisas, es decir, el precio de una moneda en relación con otra.
- Spread bancario: el spread bancario es la diferencia entre los tipos de interés de los activos y los pasivos de un banco. Por ejemplo, se refiere a la diferencia entre las tasas de préstamo y las tasas de captación del banco, así como al spread soberano o riesgo país.
- Spread de créditos: se trata del diferencial entre los tipos de interés de dos bonos con diferentes clasificaciones de crédito y niveles de riesgo.
- Spread soberano: hace referencia a la capacidad de un país para cumplir con sus obligaciones de pago.
A la par, se puede clasificar dependiendo de su cotización o lo que pueda llegar a valer en algún punto determinado:
- Spread fijo: aquel que no varía independientemente del volumen negociado.
- Spread variable: es un tipo de spread que se presenta como antagonista del spread fijo, por lo tanto, SÍ varía en función del volumen negociado.
- Spread de margen: es aquel que se cobra a los traders que utilizan el apalancamiento para realizar operaciones.
¿Cómo funciona el spread en bolsa?
Ahora es el momento de saber cómo funciona el spread en bolsa. Para ello, es preciso destacar que las acciones de cualquier compañía tienen dos precios: el precio de compra y el de venta, conocidos como el bid y el ask.
- El bid es el precio de compra, el precio al que se ofrece una acción.
- El ask es el precio de venta, el precio que te piden.
Normalmente, el precio de compra es más bajo que el precio de venta. Sin embargo, como en toda negociación, los compradores quieren comprar barato y los vendedores quieren vender caro. Mientras no se pongan de acuerdo, no habrá transacción.
A raíz de ello, cuando el bid y el ask se igualan, se cerrará el trato y se dejará espacio para el resto de negociadores. Pero cuando no quedan vendedores a un determinado precio, el precio sube hasta que encuentra nuevos vendedores con un ask más alto.
De la misma forma, cuando los vendedores colocan los valores y sacan a todos los compradores de un determinado nivel, tendrán que ir más abajo en el precio para poder encontrar nuevos compradores. En este momento, el precio baja cuando la oferta supera la demanda.
Debemos saber que da igual los vendedores que existan en el mercado, el precio de venta es el más bajo de todos los ofertantes, porque el comprador solo atiende al vendedor más barato. Y de la misma forma, no importa cuántos compradores se tenga en el mercado, el único precio de compra será el más alto.
Por último, cabe mencionar que el spread en bolsa afecta directamente el costo de las transacciones para los inversores. Mientras más amplio, implica un mayor costo, ya que se debe pagar más por el valor adquirido o se recibe menos al venderlo. Contrariamente, un spread estrecho implica menor costo de transacción.
¿Cómo se calcula el spread?
El spread se representa en términos de puntos básicos o porcentajes, dependiendo del valor negociado. Por lo demás, es un número que puede variar según las condiciones del mercado, la liquidez de los valores y otros factores relevantes.
Para calcularlo, se realiza tomando en cuenta los precios de compra y venta de un valor. Específicamente, es el resultado de restar un dígito de otro.
- Spread = Precio de Venta - Precio de Compra.
Ejemplos del cálculo de diferenciales
Sabiendo cuál es la fórmula básica y sencilla de los diferenciales, pasaremos a describir algunos escenarios hipotéticos. Por ejemplo, si el precio de compra de un valor es de 100 y el precio de venta es de 105, el spread sería:
- Spread = 105 - 100 = 5
Este resultado indica que el spread es de 5 unidades monetarias. Aun así, como ya recalcamos, puede expresarse también en términos porcentuales o en puntos básicos.
Ahora bien, en el caso de expresarlo como porcentaje, simplemente se divide entre el precio de compra y se multiplica por 100:
- Spread en porcentaje = (Spread / Precio de Compra) 100
Siguiendo con el ejemplo anterior, tenemos entonces que:
- Spread en porcentaje = (5 / 100) 100 = 5%
Paralelamente, si deseas escribir el resultado en puntos básicos, se multiplica el spread por 100, hasta conseguir el cálculo final.
¿Cómo afecta el spread a las ganancias y las pérdidas?
Independientemente del contexto en el cual se aplique, estos valores son conocidos por afectar tanto a las ganancias como a las pérdidas de la siguiente manera:
- Si hablamos de ganancias, cuando abres una posición comprando un instrumento financiero, como una acción, el precio al que compras es el precio de venta (ask). Si deseas vender inmediatamente después, debes hacerlo al precio de compra (bid), que es ligeramente inferior al precio de venta. Esta diferencia representa un costo para ti. Por lo tanto, para obtener ganancias, el precio debe subir lo suficiente para cubrir el spread antes de que vendas. Ante ello, recuerda y memoriza que, cuanto más amplio sea el diferencial, mayor será el costo y más el precio debe moverse a tu favor para obtener ingresos de más.
- En el escenario de las pérdidas, si abres una posición comprando un instrumento financiero y el precio se mueve en tu contra, tendrás una pérdida. Sin embargo, cuando decidas cerrar la posición vendiendo, deberás hacerlo al precio de compra (bid), que es ligeramente más bajo que el precio de venta (ask). En efecto, es sinónimo de que, incluso si el precio se recupera y se sitúa en el mismo nivel al que compraste, incurrirás en una pérdida debido al diferencial.
¿Cómo debe ser un spread?
Comprendiendo la premisa clave de que el diferencial puede afectar tanto las ganancias como las pérdidas, ahora es trascendental identificar cómo debe ser un spread para considerarlo adecuado.
Dicho eso, el valor ideal es aquel que se mantiene lo más reducido posible. Sin embargo, puede ampliarse considerablemente cuando exista poca participación en el mercado. Al calcularlo, solo contemplaremos a los negociadores más cercanos, ya que serán los primeros en cerrar el trato.
Bajo esta perspectiva, es cuando el spread se convierte en un indicador de liquidez, donde un diferencial menor es símbolo de una mayor liquidez. Como mencionamos anteriormente, a medida que incrementa el número de participantes en el mercado, el spread disminuirá y la liquidez será mayor. En consecuencia, el impacto del mismo en nuestras operaciones será mínimo debido a su reducido tamaño.
Sin embargo, aconsejamos controlarlo cuidadosamente en situaciones de alta volatilidad, pues los precios se aceleran, hasta conllevar a negociaciones más impulsivas y rápidas.
¿Cómo reducir el impacto del spread?
Para reducir el impacto del spread en tus operaciones, mantén presente los siguientes métodos:
- Busca mercados con spreads más ajustados: de la mano de este plan, estarás reduciendo el costo de entrada y salida de tus posiciones.
- Opera en momentos de alta liquidez: la liquidez del mercado tiene un impacto directo en el diferencial. Durante periodos favorables, habrá más participantes y la competencia entre ellos tiende a estrechar los spreads. Busca operar en horarios en los que los mercados estén más activos, con mayor volumen de transacciones.
- Órdenes limitadas: en lugar de realizar órdenes de mercado, considera el uso de órdenes limitadas. Gracias a ellas, establecerás un precio específico al que deseas comprar o vender un instrumento. Posteriormente, puedes esperar a que el precio alcance ese nivel y reducir la posibilidad de ejecutar la operación a una cotización menos favorable debido a un spread amplio.
- Brokers con spreads competitivos: Al elegir un broker, compara los spreads que ofrecen diferentes plataformas. Algunos brokers tienen spreads más competitivos que otros, lo que puede marcar la diferencia en el costo de tus operaciones.
- Costo total de transacción: ten en cuenta otros costos asociados, como comisiones y tarifas.