El actual sistema de AFPs, heredado de la dictadura, no es un verdadero sistema de pensiones, sino que uno de ahorro forzoso. Nos obligan a poner nuestros ahorros en unos fondos que después se utilizan para financiar a los grandes grupos económicos del país.
Por eso protestamos y seguiremos protestando hasta que lo cambien.
Hoy en día un profesor que haya cotizado toda la vida, se puede jubilar con una pensión de $120.000 ¡La mitad de un sueldo mínimo!
El sistema es injusto y necesita ser reparado ahora.
¡No más AFP!
El actual sistema, implementado durante la dictadura, no es un sistema de pensiones, sino que de ahorro forzoso. Permite que con el dinero de todos financien a los grandes conglomerados chilenos, mientras la mayoría de nosotros nos jubilaremos con una pensión ridícula.
Hoy en día, un profesor que ha trabajado toda su vida, se está retirando con una pensión de $120.000. ¡La mitad de un sueldo mínimo!
El sistema está roto, hay que arreglarlo ahora.