¿Qué implicaciones tiene el cobre en la economía chilena?
Para ningún chileno es una sorpresa saber que el cobre es la principal exportación de Chile. De hecho, comúnmente lo llamamos "el sueldo de Chile". Pero ¿qué implicaciones tiene el cobre en la economía chilena? ¿cuál es su nivel de importancia? En este artículo abordaremos estos puntos y más.
Breve historia del cobre en Chile y creación de Codelco:
Chile es famoso a nivel mundial como un país minero, no sólo por la importancia esencial de la minería en el desarrollo económico del país, sino porque también constituye una actividad ancestral, que ha llegado a crear su propia cultura y que se desarrolla en gran parte del territorio nacional, aunque predominantemente en la zona Norte de nuestro país.
Chile tiene más de la tercera parte de todas las reservas de cobre en el mundo. Esta abundancia relativa de cobre ha llevado a que sea la exportación principal de Chile.
El cobre ha sido extraído en el norte de Chile desde antes de la época colonial, incluso antes de que Chile se formara como un país. El territorio del norte de Chile, que nos brinda con una gran cantidad de minerales, fue obtenido después de la Guerra del Pacífico a fines del siglo XIX.
El desierto de Atacama en el norte de Chile es hogar de algunas de las minas de cobre más grandes del mundo, como es el caso de Chuquicamata. Aunque el norte de Chile tiene la mayoría de las minas de cobre de Chile, la gran mina El Teniente se encuentra en el centro de Chile, cerca de Rancagua
Durante el gobierno del presidente chileno Salvador Allende en 1971, Chile nacionalizó todas las minas de cobre del país y formó la Corporación Nacional del Cobre de Chile (CODELCO).
Codelco es el productor de cobre más grande del mundo y la empresa que contribuye más a la economía chilena. Durante el año 2015, su producción totalizó 1.891 miles de tmf (incluyendo sus participaciones en El Abra y Anglo American Sur), cifra récord histórica que representa un 10% de la producción mundial y un 33% de la producción nacional.
Codelco concentra el 7% de las reservas globales de cobre, contenidas en grandes yacimientos de clase mundial.
La compañía cuenta con siete Divisiones mineras: Radomiro Tomic, Chuquicamata, Gabriela Mistral, Ministro Hales, Salvador, Andina y El Teniente. A estas operaciones se suma la División Ventanas, dotada de instalaciones de Fundición y Refinería.
Adicionalmente, la Corporación tiene un 49% de participación en la Sociedad Contractual Minera El Abra y, desde 2012, es propietaria del 20% de Anglo American Sur. Además, Codelco participa en diversas sociedades orientadas a la exploración e investigación y desarrollo tecnológico, tanto en Chile como en el extranjero.
La empresa 100% estatal, posee el mayor nivel de reservas y recursos de cobre conocidos en el planeta. Se estima que, manteniendo los actuales niveles de producción, los yacimientos que hoy explota pueden tener más de 65 años de vida útil.
Implicaciones del cobre en la economía chilena:
La importancia que ha alcanzado el cobre y el progreso asociado a la minería chilena se basa fundamentalmente en cinco puntos:
- La excelente calidad de nuestros recursos, la magnitud de las reservas y la ubicación de losyacimientos.
- Un marco legal que favorece la certeza, estabilidad y seguridad de la actividad minera.
- Ser un centro de importantes oportunidades para la inversión extranjera.
- Un gran desarrollo humano, idóneos para la gestión y operación minera.
- La infraestructura de energía y vías de comunicación, terrestres y marítimas.
Desde los inicios de Codelco, la minería ha sido el principal protagonista de la senda de crecimiento que ha tenido la economía chilena en las últimas décadas. Partiendo de una producción de cobre estancada en torno a 1,4 millones de toneladas anuales durante los años ochenta, en la década siguiente se obtuvo un crecimiento sostenido, alcanzando más de 4 millones de toneladas. Posteriormente ese crecimiento continuó, aunque a menor ritmo, y en los últimos años la producción se está acercando a 6 millones de toneladas anuales. Gracias a esto Chile a pasado a representar desde un 16% de la producción mundial antes de los noventa, a un 32% en años recientes, y un 30% durante el 2015.
Es importante destacar que el crecimiento se observó en todos los ámbitos de la minería: en la minería privada de capitales extranjeros y capitales nacionales, como en la minería estatal, dando origen a un caso excepcional de convivencia entre los tres modelos de propiedad.
Aunque, muy marcado por las fluctuaciones de precios, la participación de la minería en el PIB se ha ubicado en torno al 9%, desde mínimos en torno al 7% en algunos años de los ’90, hasta máximos sobre el 20%, en algunos años de la segunda mitad de la década del 2000.
Desde la promulgación del Estatuto de Inversión Extranjera en 1974 hasta el año 2012 se han materializado inversiones por más de 90 mil millones de dólares, de los cuales un tercio corresponden a minería.
Consecuentemente, la inversión en exploración en Chile pasó desde valores por debajo de los 100 millones de dólares anuales, a montos cercanos a 1.000 millones. Este esfuerzo ha permitido, por ejemplo, que Chile mantenga en torno al 30% de las reservas mundiales de cobre.
La participación de las exportaciones mineras en relación al total de envíos de Chile sigue siendo la más importante de nuestra economía: el cobre representa más del 90% de las exportaciones mineras del país, mientras que un 55% de las exportaciones corresponden a productos mineros. De igual modo, la minería es el sector económico con mayor contribución a los ingresos fiscales, con una participación cercana al 15% durante el 2012, presentando una baja durante el 2013 en adelante. Hoy se sitúa en torno al 6%.
Además de las condiciones jurídico–institucionales, reforzadas por un marco de estabilidad democrática y consensos políticos, el despegue de la minería también se hizo posible por la calidad de su capital humano. Nuestra gente, especialmente en el norte, posee una sólida cultura y tradición minera y una creciente formación técnica en nuevas tecnologías, gracias a que las empresas han dedicado importantes recursos en la capacitación de sus trabajadores. Especialmente a través de la creación del Consejo de Competencias Mineras durante el 2012, constituyéndose en el primer skill Council de Chile, y transformándose en un aporte fundamental en la formación de capital humano, ya que une al mundo de la educación técnico profesional, con el de la industria, de manera que los organismos de educación ofrezcan formación de clase mundial para los perfiles requeridos por las empresas del sector y sus principales proveedores de operación, incrementando así productividad de la industria.
Un último factor que cabe destacar y que facilitó la expansión minera es la adecuada infraestructura vial, portuaria, energética y de comunicaciones, que en parte ha sido provista a partir de la propia actividad minera.
Implicaciones del cobre en la economía chilena: el futuro
Hasta ahora, hemos visto que la evidencia muestra en forma contundente el aporte insustituible del cobre al desarrollo que ha tenido Chile y a los éxitos alcanzados por su economía. Pese al pesimismo de algunos, son varios los factores que permiten proyectar que la gran minería del cobre aún tiene suficiente espacio para crecer. De hecho, es posible proyectar que la exportación de cobre seguirá en alza durante los próximos años, aunque existen potenciales amenazas que hay que considerar.
Cifras recientes nos permiten distinguir ciertas tendencias:
Alta demanda asiática:
Las ventas cupríferas a Asia no han dejado de crecer desde el año 2000. El consumo de cobre per cápita de China, por ejemplo, aumentó casi cuatro veces entre 2000 y 2010 (de ser casi nulo en 1976, en 2010 pasó a 5 kilos por habitante). En contraste, en igual período el consumo per cápita de Estados Unidos disminuyó (8 kilos de cobre en 1976; 6 kilos en 2010). Entre los países desarrollados, Japón y Corea del Sur tienen los mayores niveles de consumo de cobre per cápita (más de 15 kilos de cobre por habitante). Lo anterior puede explicarse por el desarrollo de su industria, sobre todo de la automotriz y de la electrónica. Para el año 2010, Asia dominaba el consumo mundial de cobre (58%). Le siguen Europa (20%) y Estados Unidos (10%). Latinoamérica no llega al 5%. Este dominio asiático debería mantenerse en el mediano plazo, principalmente por la demanda de China, debido a su creciente industrialización, urbanización y electrificación. Si India y el Medio Oriente alcanzan el consumo que hoy ostenta China, por ejemplo, seguirá existiendo un amplio margen para el crecimiento de las exportaciones de cobre. Se espera que en promedio el consumo mundial de cobre refinado crezca 2,2% anualmente, mientras que el consumo per cápita lo haga a razón de 1,3%.
Baja amenaza de sustitución:
A diferencia del salitre, el cobre no tendrá sustituto, o al menos no lo tendrá en todos sus actuales usos. Considerando el importante papel que desempeña el cobre en la urbanización, infraestructura eléctrica, productos electrónicos y autos, hay una demanda potencial de cobre bastante apreciable por parte de las economías emergentes de todo el mundo que no debería disminuir. Pese a lo anterior, sí existen posibles riesgos y amenazas. El país cuenta con v entajas comparativas, pero también debe preocuparse de dinamizar otras (ventajas comparativas dinámicas), r educiendo costos, expandiendo la demanda y desarrollando nuevos usos para el cobre. Es necesario promover y generar ventajas competitivas permanentemente. Respecto al futuro del precio del cobre, es conveniente prestarle especial atención al precio relativo cobre/aluminio: ha aumentado muchísimo y podría significar un riesgo de sustitución del cobre por el aluminio. En breve, el gran aumento reciente del precio del cobre ha generado importantes ganancias para el sector cuprífero, pero, al mismo tiempo, surgen estímulos y una amenaza, aunque sutil, de eventual sustitución. Todo lo anterior representa buenas noticias para Chile. El cobre seguirá desempeñando un papel crucial en la economía del país. Las proyecciones actuales sugieren que la actividad exportadora se verá estimulada por un alza en la demanda mundial, impulsada por países emergentes.
Mirando hacia el futuro, una cartera de proyectos mineros en ejecución por 15 mil millones de dólares y de proyectos en evaluación por otros 35 mil millones, sitúa al sector en las puertas de una importante fase de expansión, que por cierto requiere la superación de diversos desafíos. Al respecto, en los últimos años se han observado limitaciones a la competitividad de la minería chilena en aspectos tales como caída en la ley mineral, disponibilidad y costo de energía, disponibilidad de agua, productividad del capital humano y certeza jurídica de las autorizaciones. Es un desafío superar estas limitaciones para que la minería profundice su aporte al país y continúe siendo motor del desarrollo nacional.
Que implicaciones tiene el cobre sobre la economia chilena
Álvaro JéldrezIngeniero ComercialPontificia Universidad Católica de Chile