Uno de los objetivos y pilares fundamentales de toda entidad bancaria y financiera son sus sistemas de seguridad de los productos bancarios. Y las tarjetas de crédito son uno de los instrumentos de pago más buscados para hacer fraudes, por lo que se enfocan mucho en sus sistemas de seguridad.
Pero, ¿qué pasa si vulneramos voluntariamente estos mecanismos? Una de las formas más frecuentes de hacerlo es prestar la tarjeta de crédito a algún familiar o amigo para que realice una compra o pago específico. ¿Hay algún problema? ¿Es legal? ¿Es seguro?
¿Qué pasa si presto mi tarjeta?
Uno de los riesgos de prestar una tarjeta de crédito radica en el hecho de que a esa persona se le pueda presentar una emergencia o gasto inesperado en ese corto lapso de tiempo y se sienta con el derecho de utilizar tu tarjeta para otros gastos con la justificación de que era urgente y necesitaba el dinero. Y recordemos que, en especial dentro de la familia o con los amigos, los préstamos de dinero son un tema delicado, ya que muchos se confían o abusan de la confianza de su acreedor y no pagan a tiempo.
Al final del mes, quien deberá pagar de su bolsillo los cargos de la tarjeta de crédito serás tú, ya que para el banco solo el titular puede utilizar la tarjeta de crédito, a menos que sufra un robo, hurto o extravío de su tarjeta, en cuyo caso entran de inmediato en funcionamiento los sistemas de seguridad del banco o de la entidad después que reportes el hecho.
Cuando tu tarjeta es robada y reportaste inmediatamente el hecho especificando la hora de lo ocurrido, el banco puede incluso devolver el dinero de alguna compra que evidentemente haya sido fraudulenta. Pero si prestas tu tarjeta de crédito y la persona utiliza más dinero del que debía usar, o hace cargos adicionales, no podrás reportar esto al banco como un robo, por lo que no te devolverán tu dinero, ya que los cargos adicionales que no reconozcas fueron completamente tu responsabilidad.
Un consejo
Algo que puedes hacer, es prestar una tarjeta de tipo prepago. Esto te va a dar ventajas como que vas a dar una cantidad exacta de lo que puede usar esa persona en tu plástico, impidiendo que la use en cualquier emergencia.
Riesgos de compartir tus productos bancarios
Prestar una tarjeta de crédito puede parecer una solución rápida en momentos de apuro, pero es fundamental entender las implicaciones de esta práctica.
- Fraude y uso indebido: prestar tu tarjeta de crédito a otra persona aumenta el riesgo de que se realicen compras no autorizadas.
- Responsabilidad financiera: el titular de la tarjeta es responsable de todas las transacciones, incluso si no las realizó personalmente.
- Impacto en el historial crediticio: un uso indebido de la tarjeta puede llevar a atrasos en los pagos, afectando negativamente tu puntaje crediticio. Las deudas acumuladas y los intereses generados por los cargos no pagados a tiempo pueden empeorar tu situación financiera.
📢 Otra consecuencia de prestar una tarjeta de crédito es que no podrás justificar el atraso en tus pagos al banco diciendo que prestaste la tarjeta a alguien.
Esto te generará deudas innecesarias, y es muy poco probable que cuando te paguen el dinero lo hagan con los intereses que tuviste que pagar por los cargos, cuyas tasas aumentarán mientras más debas de la tarjeta. Es decir, no solo terminas pagando su deuda, sino también los intereses que estos cargos generen.
Recomendaciones si decides prestarla
Pero no te preocupes, porque si tu familiar está en un apuro, puedes dejarle tu tarjeta, pero también dándole unos puntos que debe seguir:
- Establece límites: define un monto máximo y un período específico para el uso de la tarjeta. Cancela o bloquea temporalmente tu plástico si no te hace caso, puedes volver a activarla luego.
- Supervisar el uso: puedes entrar en la app o en banca digital y revisar regularmente las transacciones realizadas con tu tarjeta para detectar cualquier gasto no autorizado a tiempo.
¿Qué pasa si un menor pide prestada la tarjeta a su papá o mamá?
En el caso de que un menor pida prestada la tarjeta de crédito a su papá o mamá, la situación se vuelve aún más delicada. Recuerda que también puedes crearle una tarjeta incluso aunque sea menor de edad. A continuación, se detallan los principales aspectos a considerar:
- Responsabilidad legal: el titular de la tarjeta (en este caso, el papá o mamá) sigue siendo el responsable de todos los cargos realizados con la tarjeta. Aunque el uso haya sido hecho por un menor, cualquier gasto adicional o no autorizado deberá ser pagado por el titular.
- Riesgo de uso indebido: los menores pueden no comprender completamente las implicaciones de utilizar una tarjeta de crédito. Pueden realizar compras impulsivas.
- Educación financiera: puede enviar un mensaje equivocado sobre el uso del crédito. Es preferible educar a los menores sobre la responsabilidad financiera y el manejo del dinero antes de permitirles usar una tarjeta de crédito.
- Alternativas seguras: considera otras opciones, como darle una cantidad específica de dinero en efectivo o utilizar una tarjeta prepago.
- Protección de datos: Asegúrate de que el menor no tenga acceso al PIN de la tarjeta y enséñale la importancia de mantener la información de la tarjeta segura.
¿Es legal prestar una tarjeta de crédito?
Aunque técnicamente puedes entregar tu tarjeta de crédito a otra persona, esto no es recomendable ni permitido por las políticas de los bancos. Las entidades financieras consideran que solo el titular de la tarjeta debe utilizarla. Prestar una tarjeta de crédito vulnera completamente los sistemas de seguridad diseñados para el cliente, por lo que no es prudente hacerlo, a ninguna persona. Toma en cuenta estas implicaciones y piénsalo tres veces antes de prestar tu tarjeta de crédito a otra persona, recuerda que tú eres el responsable de usarla de manera consciente y pagarla a tiempo.