
En medio del avance de la inteligencia artificial, los centros de datos que no paran de crecer y la electrificación del transporte, la demanda energética se ha disparado. Y frente al desafío de descarbonizar la matriz sin sacrificar estabilidad, la energía nuclear vuelve a ganarse un espacio en la conversación energética global.
En este escenario, el ETF VanEck Uranium and Nuclear Energy (NLR) aparece como una herramienta para invertir de forma diversificada en toda la cadena de valor nuclear: desde la minería de uranio, hasta empresas tecnológicas que desarrollan reactores de nueva generación.
Vamos a revisar de qué se trata este ETF, cómo está compuesto, cuáles son sus retornos, qué riesgos involucra y para qué tipo de inversionista chileno puede ser una opción atractiva.
¿Qué es el ETF NLR de VanEck y qué lo hace distinto?
El NLR es un ETF listado en el NYSE Arca, que busca replicar el comportamiento del MVIS Global Uranium & Nuclear Energy Index. Es decir, agrupa a empresas globales que generan al menos la mitad de sus ingresos a partir de actividades vinculadas a la industria nuclear. No hablamos solo de generadoras eléctricas. El índice también incluye:
- Empresas de exploración y extracción de uranio
- Firmas que diseñan, construyen o mantienen reactores nucleares
- Proveedores de tecnología, equipamiento y servicios asociados
Lanzado en 2007, el fondo administra casi US$ 1.000 millones y tiene un gasto anual del 0,61%. Eso sí, hay que considerar que su composición está 100% dolarizada y centrada en empresas extranjeras, lo que lo vuelve adecuado solo para estrategias en mercados internacionales.
¿Quiénes están dentro del portafolio del NLR?
El NLR, Canadá, Japón y Corea del Sur, entre otros países. Su portafolio está bien repartido entre mineras, utilities y compañías tecnológicas del rubro nuclear.
Principales holdings:
- Constellation Energy (7,8%) – Generación eléctrica nuclear
- Cameco Corp (7,2%) – Minería de uranio en Canadá
- PG&E Corp (5,9%) – Distribución eléctrica en California
- NuScale Power (5,4%) – Reactores modulares pequeños (SMR)
- Oklo Inc. (3,7%) – Desarrollo de micro-reactores
- Otras: NexGen, Uranium Energy, BWX Technologies, Hitachi Ltd
Por sector:
- Industriales (~54%): Empresas que desarrollan infraestructura y tecnología nuclear, incluyendo los nuevos reactores SMR.
- Energía (~40%): Compañías eléctricas con fuerte presencia nuclear.
- Utilities (~5%): Firmas con operaciones integradas o que participan en infraestructura crítica.
Este mix le da al ETF un perfil de riesgo más agresivo, con exposición a innovación y a posibles disrupciones tecnológicas, pero también con algunos componentes estables gracias a las empresas reguladas del sector energía.
¿Cómo ha sido el desempeño del ETF NLR?
Desde su creación en 2007, el retorno acumulado ha sido moderado, pero en los últimos años ha repuntado con fuerza, especialmente tras el renovado interés por tecnologías limpias.
Rentabilidad histórica (USD):
- Último año: +8,55%
- 3 años (anualizado): +16,65%
- 5 años (anualizado): +13,89%
- 10 años (anualizado): +7,84%
Es importante mencionar que entre 2008 y 2021 el ETF estuvo estancado, afectado por el desastre de Fukushima y la paralización global del desarrollo nuclear. El giro ha comenzado recién en los últimos 3-4 años, con políticas más favorables y alzas en el precio del uranio.
¿Qué riesgos hay que tener en cuenta?

Antes de sumarse a la fiebre nuclear, vale la pena mirar los riesgos de frente:
- Regulación y política pública: Cambios normativos o accidentes pueden impactar gravemente al sector. El riesgo reputacional es alto.
- Alta concentración temática: El NLR depende de un solo sector. Si la narrativa pro-nuclear pierde tracción, el golpe puede ser duro.
- Volatilidad del uranio: Las mineras del ETF están directamente expuestas a los vaivenes del precio de este commodity.
- Percepción pública: Aunque no emite CO₂, la energía nuclear sigue siendo polémica. El tratamiento de residuos y los recuerdos de Chernobyl o Fukushima pesan.
¿Qué tipo de inversionista chileno puede considerar este ETF?
Este no es un ETF para dejar en piloto automático. Más bien, funciona como parte de una estrategia táctica o temática, con alto grado de convicción. Puede calzar para quienes:
- Buscan jugar un evento puntual (leyes de estímulo, nuevas licencias SMR, adquisiciones del sector, etc.).
- Tienen una tesis macro sobre la transición energética global y ven la nuclear como un actor clave.
- Quieren diversificar fuera del IPSA con exposición a un nicho poco correlacionado con otros sectores tradicionales.
Por otro lado, no es ideal para:
- Estrategias Buy & Hold sin revisión constante
- Portafolios indexados
- Inversionistas muy conservadores o sensibles a la volatilidad
¿Vale la pena entrar en el NLR en 2025?
Todo depende de tu mirada sobre la energía nuclear. Si ves al sector como un pilar de la matriz energética post-carbón, este ETF puede ser una forma directa de capitalizar esa visión. El consumo eléctrico mundial sigue creciendo, especialmente por el uso de IA, vehículos eléctricos y la expansión de los centros de datos.
La Agencia Internacional de Energía proyecta que solo estos factores explicarán un tercio del alza en la demanda energética de EE.UU. en los próximos tres años. Además, legislaciones como el ADVANCE Act en EE.UU., las metas climáticas de Japón, India y Europa, y el avance de los SMR dan visibilidad al sector y reducen incertidumbre regulatoria.
Pero ojo: el NLR no es una apuesta segura ni apta para cualquier portafolio. Como todo fondo temático, exige seguimiento, flexibilidad y asumir riesgo de concentración.
La Agencia Internacional de Energía proyecta que solo estos factores explicarán un tercio del alza en la demanda energética de EE.UU. en los próximos tres años. Además, legislaciones como el ADVANCE Act en EE.UU., las metas climáticas de Japón, India y Europa, y el avance de los SMR dan visibilidad al sector y reducen incertidumbre regulatoria.
Pero ojo: el NLR no es una apuesta segura ni apta para cualquier portafolio. Como todo fondo temático, exige seguimiento, flexibilidad y asumir riesgo de concentración.