Normalmente a las empresas no les afecta significativamente que sus acciones estén más caras o más baratas o su cotización suba o baje. Es decir, una empresa no gana más dinero o menos porque sus acciones suban o bajen. Por tanto, la variación de su precio en bolsa no afecta al negocio de la empresa. Por ejemplo, si una empresa vende comida o productos básicos lo que le importa es vender más comida y aumentar sus beneficios.
¿Las empresas nunca se ven afectadas por la cotización en bolsa? Aunque como hemos comentado la mayoría de veces las empresas no se ven influidas por su cotización, en algunas ocasiones sí que tiene relevancia para el negocio de una empresa la cotización de sus acciones.
¿Cuando las empresas que se ven afectadas porque sus acciones suban o bajen?
Uno de los momentos que importa la cotización de las acciones es cuando una empresa quiere hacer una ampliación de capital. Lo vamos a explicar con un ejemplo para que sea más sencillo de entender.
Si una empresa llamada “Empresa Labbas” hace una ampliación de capital a $100 pesos, a la Empresa Labbas le interesa mucho que la cotización de sus acciones esté por encima de esos $100 pesos. Si las acciones de Labbas cotizan a $80 pesos, nadie querrá comprar las acciones nuevas de la ampliación de capital a $100 pesos. Si se da este caso, los accionistas e inversores no acudirán a la ampliación de capital, por tanto, la empresa no conseguiría el dinero que iba a captar con la ampliación.
Otro de los momentos donde sí importa la cotización de las acciones, es cuando la propia empresa quiere comprar sus acciones. Lógicamente intentará comprar estas acciones cuando están más baratas y no más caras, para ahorrar dinero. Y si en un futuro vuelve a vender las acciones. venderlas a un precio superior y ganar dinero.
Otro caso es cuando las acciones de una empresa tienen una alta cotización, algunas empresas aprovechan para comprar otras empresas con un intercambio de acciones. Este intercambio también se podría realizar cuando las acciones están más baratas pero esto sería menos favorable para sus accionistas, ya que tendrían que emitir más acciones. Además, los accionistas de la empresa comprada tendrían un mayor porcentaje de la empresa resultante.
Debemos tener en cuenta que normalmente a corto plazo, el precio de las acciones no refleja su valor real, es decir, pueden estar más baratas de lo que valen o estar más caras de lo que realmente valen. Podemos pagar más por unas acciones peores o de empresas con peores resultados o pagar menos por acciones más buenas o de empresas con mejores resultados. Lo ideal es comprar buenas empresas por debajo de su valor, así nos aseguramos en cierto modo de que estas acciones en algún momento se situarán en su precio real y obtendremos beneficios si vendemos en ese momento o las conservamos si creemos que todavía pueden subir más de precio porque es una empresa con potencial.
¿Conoces más motivos por lo que las empresas se vean afectadas porque sus acciones suban o bajen? Ayudanos a completar la información, escribiendo en los comentarios.