Diferencias entre los ETF y los ETN
Muchos inversores confunden a los ETF con los ETN dado a que existen ciertas similitudes entre ellos, pero al contrario de lo que ellos piensan, también existen diferencias notables entre lo que es un ETF y lo que es un ETN. Similitudes y diferencias entre los ETF y los ETN que vamos a explicar detenidamente a continuación, aunque eso sí, primero nos centraremos en explicar lo que es un ETF y lo que es un ETN para que resulte todavía más sencillo distinguir sus diferencias.
¿Qué es un ETF o Exchange Traded Funds?
Un ETF es un fondo índice cotizado. Esto le convierte en un híbrido entre un fondo de inversión y una acción. Al ser un fondo de inversión se encuentra respaldado por los distintos subyacentes que se compran para replicar al mismo.
Los ETF cotizan a lo largo de toda la sesión bursátil y pueden comprarse a cualquier hora en que el mercado esté abierto, igual que ocurre con las acciones. Los ETF replican a su índice de referencia. Comprar una participación de un ETF es equivalente a comprar, en una sola operación, todas las acciones que componen dicho índice de referencia.
¿Qué es un ETN o Exchange Traded Notes?
Un ETN es un producto similar a los ETF. Se trata de una deuda senior subordinada emitida por una entidad financiera cuyo objetivo es proporcionar al inversor otra forma de inversión similar a la de un fondo cotizado. No son acciones ni son ETFs aunque poseen características similares a estos dos activos. Por ejemplo al igual que las acciones cotizan en los mercados en tiempo real y al igual que un ETF replican el comportamiento de índices.
La cartera de un ETN está compuesta por bonos y opciones que replican al subyacente en tiempo real y que normalmente tienen un vencimiento a muy largo plazo.
¿Cuáles son las similitudes entre un ETF y un ETN?
Como hemos visto anteriormente, tanto los ETNs como los ETFs cotizan en un mercado al igual que las acciones. Además, pueden ser vendidos a corto y puede existir un derivado (opciones financieras) sobre ellos, exactamente lo mismo que con las acciones.
Tanto los ETNs como los ETFs siguen el comportamiento de un índice específico, que puede cubrir cualquier segmento del mercado, desde las acciones hasta los bonos, pasando por exposiciones exóticas como la volatilidad. Para ambos, los denominados participantes autorizados pueden crear o reembolsar acciones para que la cotización del ETP sea lo más próxima a la de su valor correcto (fair value).
Por último, tanto los ETFs como los ETNs cobran unas comisiones que se deducen directamente de la rentabilidad de los productos.
¿Qué diferencia existe entre un ETF y un ETN?
Una de las mayores diferencias entre los dos tipos de productos reside en que los ETFs son fondos mientras que los ETNs son notas de deuda.
Al igual que un fondo de inversión tradicional, los ETFs consiguen su valor de una cesta de títulos.
Los participantes autorizados mantienen el precio del ETF cercano a su valor liquidativo a través de un arbitraje intercambiando una cesta de títulos con acciones adicionales del ETF y viceversa.
Por otra parte, un ETN no es un fondo y no posee directamente ningún título. Un ETN es una nota similar a un bono cuyo principal sigue el comportamiento de un índice determinado. Como los demás instrumentos de deuda, representa una promesa (que no una garantía) por parte del emisor de devolver el principal. Pero a diferencia de los demás títulos de renta fija, un ETN no emite ningún cupón y no tiene fecha de vencimiento. Al contrario, el principal fluctuará en función de la rentabilidad del benchmark, menos las comisiones. En este caso los participantes autorizados pueden intercambiar acciones del ETN contra una cantidad del principal indexado al final de cada día o semana para asegurarse que la cotización del ETN sea lo más próxima posible al valor del índice.
El hecho de que el ETN no posee ningún título explica la principal diferencia con los ETFs: el riesgo de crédito. Aunque un ETF puede tener un riesgo de contraparte dependiendo de si utiliza la replicación sintética o si presta los títulos subyacentes, siempre tendrá una cesta de títulos para mitigar ese riesgo.
Un cierto número de ETNs emitidos por Société Générale y Barclays Capital en algunos mercados europeos no tienen ningún colateral subyacente. Si los proveedores de estos ETN quebraran, los inversores que tuvieran acciones de los ETNs estarían en la misma posición que los otros tenedores de bonos. Lo vimos en 2008 cuando quebró Lehman Brothers que era la contrapartida de tres ETNs.
Es cierto que los proveedores de ETNs suelen ser grandes bancos que tienen un riesgo de quiebra limitado, pero lo mismo se pensó de Lehman Brothers justo antes de su caída. Por lo tanto, los inversores harían bien en considerar el rating crediticio a la hora de elegir un ETN o en seleccionar aquellos que se han comprometido a asegurar sus derechos de garantía (incrementando de esta forma la posibilidad de recuperar rápidamente y totalmente la inversión en caso de impago).
¿Si los ETN tienen riesgo de crédito por qué un inversor puede preferir invertir en ellos y no en un ETF?
Esto es así porque los ETNs suelen eliminar el tracking error (o error de seguimiento), siendo las comisiones el único elemento de desviación de la rentabilidad del índice. Por otra parte, el formato ETN abarata el coste de replicar determinados índices que serían difícil y caro de replicar a través de un fondo, como, por ejemplo, los productos apalancados o los índices de mercados emergentes o ligados a la volatilidad.
Entonces, ¿es un ETN un producto para cualquier inversor? La respuesta a esta pregunta depende principalmente del índice que se desea replicar y del equilibrio entre el mayor riesgo de crédito y el menor tracking error.
También depende de si el ETN está “colateralizado” o no, así como de la liquidez y de las comisiones de los productos comparables. Pero como en cualquier producto es importante conocer los detalles, por lo que siempre es muy recomendable que se consulte el folleto del ETN para conocer las características del ETN en cuestión.